Si UD está tomando algún medicamento, debido a alguna
enfermedad o tratamiento médico, es muy importante que sepa si puede afectar su
capacidad de conducir.
La lista de los medicamentos acerca de los que se debe tener
precaución es muy extensa. Pueden afectar la capacidad de conducción los
ansiolíticos, antidepresivos y los sedantes. También algunos medicamentos
utilizados para tratar las alergias o el resfrío (antihistamínicos). Incluso
algunos colirios y pomadas oftálmicas, y gotas descongestivas nasales.
Algunos datos de interés
Las estadísticas indican que mueren 21 personas por día en
nuestro país por accidentes de tránsito. Esta cifra es significativamente
elevada si se la compara con los índices de otros países, en relación a su
población y número de vehículos circulantes (en Argentina unos 7 millones de
vehículos).
La ley nacional de tránsito dice que los médicos deben
advertir la incidencia negativa en la idoneidad para conducir vehículos, cuando
prescriben ciertos medicamentos, y las precauciones que se deben tomar (Art.
73, ley 24.449). También los prospectos de los medicamentos deben advertir
sobre los efectos secundarios.
¿Cómo afectan los medicamentos la conducción?
Uno de los grupos de fármacos con mayor efecto negativo en
la conducción son las benzodiacepinas (ansiolíticos, sedantes). Otros son los
antihistamínicos, relajantes musculares y antidepresivos. Desde ya que los
medicamentos afectan la capacidad de conducir en diferentes grados, algunos de
forma más leve y moderada, y otros son potencialmente peligrosos.
Los efectos negativos pueden ser: somnolencia, reducción de
los reflejos, alteraciones visuales, en la percepción de las distancias,
alteraciones musculares, en la coordinación motora, en la presión arterial o en
el juicio crítico, cambios en el metabolismo de la glucosa, entre otros.
Medicamentos que pueden afectar la conducción
Benzodiazepinas (alprazolam, clonazepam, etc.): producen
alteraciones psicomotrices y de alerta, sedación, efectos de privación,
insomnio rebote, ansiedad, agresividad.
Analgésicos opiáceos (tramadol, etc.) somnolencia,
disminución de la alerta psíquica, vértigo.
Antidepresivos (imipramina, fluoxetina, entre otros): pueden
producir sedación, visión borrosa, hipotensión, fotofobia.
Antihistamínicos, antialérgicos, medicamentos para la
rinitis (clorfeniramina, difenhidramina, fexofenadina, cetirizina, loratadina)
: acción anticolinérgica, somnolencia, ansiedad, parestesia, trastornos
visuales, se debe tener precaución incluso en los de venta libre, también con
los descongestivos nasales.
Antidiabéticos, hipoglucemiantes: cuadros de hipoglucemia,
la capacidad de conducir se empieza a afectar cuando los niveles de glucemia
bajan a 3,6 mmol/l(65mg/dl)
Relajantes musculares (carisoprodol, clorzoxazona, pridinol)
: pueden producir hipotensión, mareos, somnolencia e incoordinación motora.
Algunos, visión borrosa y alteraciones nerviosas. En general, disminuyen los
reflejos. El pridinol puede producir mareos, trastornos de la acomodación,
excitación psicomotriz y trastornos de la visión, efectos que se pueden
potenciar con otros medicamentos.
Terapéutica de la disfunción eréctil (sildenafil):
trastornos relacionados con la visión de colores, sensibilidad aumentada a la
luz o visión borrosa.
Estos son sólo algunos de los efectos secundarios, descriptos
de manera general. En caso de duda, consulte siempre con su médico y/o
farmacéutico, e infórmese leyendo el prospecto.
Hay otros grupos de medicamentos que pueden presentar
efectos que afecten la capacidad de conducir, entre los que se encuentran: antiepilépticos,
antiparkinsonianos, antipsicóticos, antimigrañosos, antitusivos, antieméticos,
betabloqueantes, antihipertensivos, antianginosos, antiarríticos, y de uso
oftalmológico.
No obstante, debe evaluarse siempre cada caso en particular.
Un mismo medicamento podría no afectar a una persona y sí afectar
significativamente a otra.
Siempre se deben tener en cuenta también las interacciones
entre medicamentos.
Evite la automedicación, y también la
sobredosificación. Todos los efectos secundarios y las reacciones adversas de
los medicamentos aumentan con la sobredosificación. En caso de dudas con la
dosis adecuada, consulte con su farmacéutico.
Desde ya, no se debe consumir ALCOHOL si se va a manejar,
pero quien conduce debe saber que el alcohol se torna más peligroso aún si está
tomando ciertos medicamentos. Es muy peligroso el consumo de alcohol
simultáneamente con fármacos cuando se llevan a cabo actividades que requieren
cierta atención, en especial en el caso de los conductores. Es conveniente que
se consulte siempre con el farmacéutico acerca de los medicamentos que pueden
interactuar con el alcohol.
Farm. Gabriela Tancreda
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